Sucedió en Huinca Renancó, un pequeño pueblo al sur de Córdoba, donde Darío Villaruel, propietario de una chacinería en la localidad, se vio obligado a tomar medidas extremas para afrontar una factura de electricidad descomunal. Con una carretilla repleta de billetes de 100 pesos, Villaruel se presentó en la cooperativa eléctrica local para pagar la abultada tarifa del servicio.